Muchas personas nos llaman en esta época estival del año para consultarnos el motivo por el que no pueden beber o comer nada especialmente frío ni dulce .Es importante saber que esto puede ser por varios factores.Tus dientes se vuelven sensibles al frío y al calor cuando la parte blanda de dentro del diente llamada «dentina» queda expuesta. Esto puede ocurrir si tienes una enfermedad en las encías, ya que esta puede derivar en recesión de las encías, o si el esmalte se desgasta.
Los dientes sensibles son el resultado del desgaste del esmalte dental o de la exposición de las raíces de los dientes.También este malestar dental a la hora de injerir alimentos fríos puede deberse a otras factores como caries, un diente agrietado o astillado o un empaste desgastado.
Al perder sus protecciones naturales que son las encías, el esmalte dental, cuando esto ocurre queda expuestas a los estímulos externos y provocan molestias y dolores. Por eso siempre recomendamos que consulte con su dentista y no tome ninguna decisión por su cuenta, ya que podría acarrearle un problema aún mayor en un futuro no muy lejano.
ENFERMEDAD EN LA QUE PODRÍA DERIVAR LA SENSIBILIDAD EN LOS DIENTES
Al padecer ese dolor puede que limitemos la dedicación al cepillado y una menor eficacia del mismo, por tanto, hay mayor prevalencia de patologías relacionadas, como caries, gingivitis y periodontitis.
Recuerda que la gingivitis es fácilmente identificable, ya que suele causar enrojecimiento e hinchazón en el tejido de las encías. También tiende a provocar sangrado de encías, especialmente durante el cepillado. Mientras la periodontitis es la acumulación de placa en la unión entre la encía y el diente que comienza por la inflamación de las encías.
